sábado, 13 de septiembre de 2014

LA FÁBRICA (Auschwitz-campo 1)


















"-Yo nunca he defendido a Eichmann; 
tan solo he querido reconciliar la increíble mediocridad del hombre 
con las terribles consecuencias. 
Intentar comprender no significa perdonar. 
Así que toda mi responsabilidad es intentar comprender 
y será también la responsabilidad de cualquiera que desee escribir sobre este u otro tema. 
Desde Sócrates y Plantón entendemos que el pensamiento 
es algo así como... el dialogo silencioso que el alma tiene consigo misma. 
Al negarse ser una persona, Eichmann, pasó a ser su propia víctima, 
renunciando sin saberlo a una de sus grandes facultades,
 la capacidad de pensar 
y como consecuencia, cuando dejó de pensar, dejó de discernir. 
Fue la incapacidad de pensar la que hizo posible que muchos hombres, 
digamos normales y corrientes,
 cometieran actos de barbarie a una escala enorme, 
actos que nunca antes se habían visto jamás."







                                                          De la película: Hannah Arendt








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