"-Oigan, he estado allí y no hay nada.
Sensacional. "No hay nada". Se cargó de un plumazo
siglos y siglos de disquisiciones sobre el más allá.
Cómodamente allí, en su cama, desmontó en una frase
el principio fundacional de las religiones,
que vendría a ser este:
"aguante usted esta vida jodida y sacrificada
porque luego le espera el paraíso eterno".
Andreu Buenafuente, revista ORSAI
http://issuu.com/revista_orsai/docs/orsai_n5
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