"- Y del mismo modo que tú apoyaste y cumpliste una política de unos hombres
que no deseaban compartir la tierra con el pueblo judío ni con ciertos otros
pueblos de diversa nación -como si tú o tus superiores
tuvierais el derecho de decidir quién puede o
quién no puede habitar el mundo-, nosotros consideramos
que nadie, es decir, ningún miembro de la raza humana,
pueda desear compartir la tierra contigo.
Esta es la razón, la única razón, por la que has de ser ahorcado.
Hannah Arendt: De su libro Eichmann en Jerusalén
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